Cuando cambiamos el foco y lo trasladamos a Malawi, observamos una realidad desoladora. Muchas de las familias viven en casas extremadamente frágiles, construidas con materiales simples: barro, techos de paja y puertas de juncos.

Además, las personas con albinismo se enfrentan a desafíos aún mayores. En la parroquia de Benga viven alrededor de 60 personas albinas y reciben apoyo para su día a día: protección solar, gafas de sol, ropa protectora, etc. Sin embargo, la mayoría de ellos residen en casas en ruinas, y lo que es peor, en la periferia, lo que agrava la situación y los dejan desprotegidos. Estas personas se sienten intimidadas tanto estructural como culturalmente, especialmente los niños.

Cambiar la vida del pueblo albino está en nuestras manos. Sacarles de sus viviendas en ruinas y brindarles un entorno donde se sientan protegidas y puedan descubrir su potencial y llevar una vida saludable. 

Con solo 2.900 € ayudamos a construir una casa a las personas  albinas en Malawi.